martes, 5 de septiembre de 2017

La mierda que te mereces

Nunca falla. Tan preciso como el mejor reloj. En cuanto algún competidor español en algún deporte minoritario consigue un éxito (la última, el Mundial que ha ganado la selección femenina de hockey sobre patines), no faltan los que, en lugar de alegrarse, o mostrar su indiferencia, o hablar de aspectos técnicos de esa actividad, se dedican a despotricar. No contra los rivales o los árbitros o lo que sea, sino contra la horrible y malvada prensa que no le da la importancia debida a ese juego con mil o dos mil federados en un país de casi cincuenta millones de habitantes. Qué gentuza son los juntaletras que solo hablan de fútbol y más fútbol, o mejor dicho, de Real Madrid y Barcelona.

Y sí, es verdad. La tele está llena de basura pseudodeportiva con poco o nulo criterio, aún menos objetividad, y formas propias de verdulera de mercadillo. Se elevan a categoría de noticia y se extienden hasta límites grotescos temas que no pasan de anécdota irrelevante, se relegan a segunda plana asuntos de verdad importantes, se habla a voces, se escribe con un estilo que avergüenza a cualquier estudiante de primero de Periodismo, en definitiva se genera un producto informativo de calidad bastarda. Con las correspondientes excepciones, la información que consumimos en España oscila entre la vergüenza ajena y el ridículo.

Y si no, desmiéntemelo.

¿Y sabes quién tiene la culpa? Tú. ¿Y sabes por qué? Porque te gusta. Ves programas de mierda, lees artículos de mierda en periódicos y webs de mierda, escuchas a locutores de mierda. Sabes que es una mierda, dices que es una mierda, no dejas de quejarte de lo mal que huele esta mierda. Pero ahí sigues, volviendo a por tu dosis. Esos espacios tan nauseabundos, ese Chiringuito al que acertadamente llaman el Sálvame del fútbol, ese Tomás Roncero, ese Manolete, ese Roberto Gómez, esos Manolos, tienen una puta legión de seguidores. Ellos mismos saben que lo que hacen no es bueno, porque serán despreciables pero no tontos, pero les funciona, y no van a cambiarlo.

Mientras tanto, tienes Teledeporte en abierto, disponible de punta a punta del territorio nacional, sintonizada en todos los televisores del país, emitiendo el balonmano, la gimnasia rítmica, el ciclismo, el voleibol, el judo y hasta las traineras. Todo eso con audiencias medias del 1,5% los días extraordinariamente buenos (normalmente no llega al 1%) y picos del 3% en rarísimos momentos de euforia; mucho menos, por ejemplo, que las pelis del oeste de los años '60 que ponen en 13TV a media tarde. Y dispones también de un montón de webs dedicadas a hablar de esos deportes, y hay hasta secciones específicas en los grandes diarios digitales. Joder, que hasta el Marca cuenta con un espacio exclusivo dedicado a ese noble y muy respetable coñazo que es el rugby. Y la gente no se mete a verlo. Tú que eres muy listo y muy guay y muy alternativo a lo mejor sí, pero la gente no. De cada 100 visitantes que tiene la web, 90 o más se van a por el fútbol, y de ellos 80 van a la galería de fotos del culo de la cachonda que se está zumbando a tal o cual jugador.

Es cierto que los profesionales deberían hacer autocrítica, pero hemos llegado a un punto que trasciende la ética periodística, porque son abundantes los que, desde dentro, son conscientes de lo que pasa y hacen lo que pueden por arreglarlo. Pero la solución no está en manos de Rubén Uría o de Van Gaal y su libreta, sino en las tuyas. ¿Quieres ver contenidos de calidad en la prensa deportiva? Reclámalos. A los medios les da lo mismo ofrecer una cosa u otra; de hecho, créeme, aunque es más laborioso currarse un trabajo digno, para el profesional resulta mucho más gratificante y se hace de mejor gana. Si la gente deja de consumir mierda y se va a por lo bueno, los medios dejarán de hacer mierda, porque lo que quieren es ganar dinero y darle al público lo que el público reclama. Es el extremo del consumidor, del receptor de la información, el que tiene el poder y la capacidad de hacer que las cosas cambien; si al emisor la morralla le da beneficios, no va a mover ni un dedo para joderse el negocio. No te quejes de que "en los telediarios emiten solo esta basura" o "no me ofrecen alternativas", porque es mentira y son fáciles de encontrar. Búscalas y quédatelas. Premia a los buenos, condena al olvido a los mediocres. Si no lo haces, seguirás teniendo mierda. La que te mereces.

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